lunes, 25 de enero de 2010

FEDERICO FROEBEL Y EL JARDIN DE NIÑOS

Fröebel es considerado uno de los grandes innovadores de la pedagogía y de la educación en el siglo XIX. Entre los principales escritos de Fröebel se destacan Educación del hombre, Juego de la madre y canciones de la institutriz.
Su fe cristiana influyó en su pensamiento como educador: “el propósito de la educación es animar y dirigir a hombre como consciente, pensando y percibiendo siendo de una manera tal que él haga una representación pura y perfecta de esa ley interna divina con su propia opción personal; la educación debe demostrarle las maneras y los significados de lograr esa meta”.
Su propuesta del 'sistema del jardín de la infancia’ hizo hincapié en el juego, los materiales del juego y las ocupaciones o actividades. El juego era una actividad creativa y les permitiría a los niños vincularse con el mundo.
Para Fröebel el Jardín de infancia es la forma de educación preescolar en la que los niños aprenden a través de juegos creativos, interacciones sociales y formas de expresión natural. En un ambiente en el que Fröebel intentaba educar a los niños tan libremente como las flores en un jardín de ahí el nombre Kindergarten, que significa en alemán "el jardín de los niños", utilizaba juegos, canciones, materiales especialmente elegidos para trabajar, e historias dirigidas a las necesidades de los pequeños.
Para este pedagogo los primeros años de vida eran determinantes para el desarrollo mental del individuo. Claramente, en su propuesta el centro de la actividad pedagógica, es el niño.
Para sostener la educación en un ambiente lúdico, Fröebel puso especial cuidado en la capacitación de maestros de buen carácter, amistosos y accesibles para los niños, enfatizando su capacidad para transmitir el simbolismo profundo de la educación en cada una de sus acciones.
Por último, los jardines de infancia tuvieron una fuerte influencia sobre la filosofía y la práctica de la educación elemental en muchos países de todo el mundo durante el siglo XIX y XX.

sábado, 23 de enero de 2010

PENSAMIENTO EDUCATIVO DE JUAN JACOBO ROUSSEAU

Una idea central en el pensamiento educativo de Juan Jacobo Rousseau es que la educación debe inspirarse en la naturaleza y las leyes de desarrollo del niño,
Rousseau le confiere a la educación –actividad de aprendizaje desde el nacimiento un carácter práctico y útil que sirva para formar la personalidad individual y lograr aptitudes para vivir, esto es, dotar al niño de capacidades que le permitan enfrentarse y resolver todas las situaciones que se le presenten o que le afecten. La educación, de acuerdo con él, otorga al individuo la capacidad de decidir sobre su vida. Bajo esta concepción.
De acuerdo con Rousseau, la finalidad de la educación es la creación de una nueva persona moral, era lo que el pensaba acerca de la educación del niño, no todos los pensadores estaban de acuerdo con su manera de ver la vida y la educación.

En el pensamiento de Rousseau se identifican algunas ideas como las siguientes:

• “La infancia tiene maneras de ver, de pensar, de sentir que le son propias”.
• “Existe la necesidad de comprender al niño”.
• “El niño ha de permanecer en su naturaleza de niño”.
• “Hay que preservar el corazón del niño”.
• “La educación del niño comienza desde su nacimiento”.
• “La educación del niño, debe surgir libre y con desenvolvimiento de su ser, de sus propias aptitudes, de sus tendencias naturales”.

En su obra educativa, Rousseau desarrolla principios fundamentales que, a través del tiempo, han representado la base en que se sustentan la mayoría de los modelos pedagógicos de la educación infantil.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII, Juan Jacobo Rousseau fue uno de los más destacados filósofos y pedagogos de la época, contribuyó a desarrollar una comprensión más humanista de la infancia y destacó la relevancia que tiene la educación desde los primeros años de vida de los niños; además, ofreció una reflexión filosófica como base para que otros pensadores y educadores configuraran diversas propuestas de educación dirigidas a los niños pequeños.

Rousseau se mostró como un fuerte opositor de las prácticas tradicionales de crianza de los niños, que exigían el control de las relaciones afectivas para estimular su proceso de desarrollo e integración a la vida adulta. También criticó que la educación, principalmente bajo el dominio de la Iglesia, se diese bajo normas y mandatos pues esto, según él, impedía que el niño se formara como un ser libre y con autonomía moral.
Planteaba que la educación resultaba ineficaz al centrar el acto educativo en la capacidad de la razón del niño, olvidando su propia naturaleza; según él, pretender educar al niño haciendo uso de su razón, cuando lo que en realidad se debía buscar es que el niño alcance ese estado de razón. Para Rousseau, en la educación de los niños –bajo la concepción de la niñez como pre-racional, no se debería entrar a discusiones basadas en la razón, sino que su formación debería ser el resultado de las presiones de su propia naturaleza, es decir, de sus necesidades.

En este sentido, planteaba que al nacer el niño sólo posee la capacidad de aprender a través de la experiencia y que la educación es el instrumento mediante el cual podrá desarrollar todas las facultades que posee, siendo su finalidad la creación de una nueva persona racional y moral. Para ello, la educación debía concebirse como un proceso continuo que empieza desde el nacimiento y sigue el desarrollo natural de las facultades latentes del niño: la sensación, memoria y comprensión, por lo que proponía una educación que tomara como punto de partida la naturaleza del niño. Con la educación natural que proponía, Rousseau refleja una concepción de la etapa de la infancia como diferente de la adulta; para él, el proceso educativo debía basarse en una visión centrada en el niño y en un trato pedagógico distinto al que se le venía dando.

Destaca, como principio fundamental en la formación de los niños, la educación negativa, lo que permitirá que el niño vaya adquiriendo la capacidad de autorregular su conducta y de satisfacer sus necesidades al “sufrir” las consecuencias de sus acciones; esto es, postula que con la educación negativa, el niño debe descubrir por sí mismo las presiones del ambiente; en este proceso, el rol del educador sería exclusivamente propiciar ambientes naturales en los que pueda darse este aprendizaje. Nada de normas, nada de orientaciones, nada de reglas, simplemente dejarlo libre, dar cauce a su actividad libre a través de las limitaciones de la necesidad. De manera general, se puede decir que la esencia del pensamiento de Rousseau es que para educar al hombre, en particular al niño se debe seguir una secuencia correcta: De conocimiento.
Por ultimo puedo decir que, Rousseau sigue siendo uno de los pedagogos más grandes de la historia. Quien ejerció su influencia en el aspecto político y social, cambiando las costumbres e instituciones. Y que su mayor acción pedagógica no fue directa, sino a través de otros pensadores y educadores de su época.